Amado mío...en mar adentro

Mi cielo...que surcas las aguas…apresura tu paso…en ese navío eterno de tus sueños y busca la Isla del Olvido, donde mueren las cigarras y las sirenas se anclan en la orilla prisionera de los sueños del invierno que pasa deambulando en la tormenta…allá a los lejos, más allá del horizonte de la niebla y de los riscos, que rasgan los silencios.

Escucha el canto de las olas y el susurro de mi pecho…que cruza las mareas altas y se estrella en los luceros, para darte las señales de mis ojos, como faros infinitos…alumbrando el cielo…y el camino etéreo de tu paso incierto por un mar bravío que se opone a nuestro encuentro!

Avanza corazón…y avanza con cuidado…cruza los cielos azulados, las nubes blancas y las perlas cristalinas de las aguas, más allá de las cascadas…donde todos se destiñe y se hace piedra…en la morada de las ánimas perdidas…de los cíclopes altivos y los nómadas perdidos de las horas…que no saben de tu tiempo ni del mío…ante el pálido prefijo de su olvido…y mal heridos, se arrastran en los suelos quebradizos…buscando las columnas de los sueños…de los nuestros… para derribar los vientos con lamentos…y apagar tus ojos…

Oh mi amado…conjunción del alma…pirámide dorada que liberas con tu espada…te amo…desde esta ínsula perdida donde acaba el mundo…te espero…ansiosa del rescate de tus manos…de tus labios, nuestros besos y el eterno susurrar de mis latidos…ansiando de tu pecho!!

Atada a los olvidos y muriendo por tus labios...me encuentro