Amado mío
Tus labios
son silencios que me hablan
como las tardes de otoños
o los mares cuando duermen
sobre la arena blanca
Pilares donde nazco tantas veces
que perdí la cuenta
de los besos que me diste,
antes de que la madrugada
se acomodara en mis pupilas
saciadas de mirarte el alma!
Eileen
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