domingo, 23 de marzo de 2014

Carta a Manuel



1943

Amor mío… distancia que no cuenta, porque te llevo conmigo.

Aunque al abrir mis ojos y buscar tu risa en medio de mi fatal silencio, yo me quebré por dentro y lloré de nuevo…sí, lo siento mi amor, lo siento…pero no pude contener mi llanto!

Sin embargo yo, hoy sigo sin despedirme…porque la verdad, jamás te has ido!!! Ni en este vacío que me ataja el alma, ni cuando cierro mi ventana, queriendo retener tu aliento, porque yo también te amo, si, mi amor…cuanto te amo, más allá de todo… hasta donde nadie ha ido.

Con esa misma infinidad con que me viste...yo retengo en estas sábanas el aroma de tu amor cayendo a gajos sobre mi piel que espera tu regreso de la guerra, donde los hombres tienen quien los ama y los aguarda, como dulce primavera.

Y aunque espero tu regreso, como una doncella enamorada, quiero que sepas que jamás te has ido de la profundidad de mis sentidos, del espacio de mi vientre, de las curvas de mis labios y de esta alma mía que sin más preludios, ya te pertenece, como el susurro de los vientos a las tórridas tormentas de la noche!

Abrázame tan fuerte como puedas, que la vida es un suspiro donde habitamos juntos, más allá del tiempo y las trincheras, donde no me aparto mi amor…de tu existencia!

Porque te amaré por siempre,
Anna

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