A sorbos, me beben tus instintos y la mano de la luna baja a mi regazo a reposar el alma, cuando te me acercas
Con ese silencio tuyo de plenilunio, cuando las mareas suben, un vuelo de gaviotas gime en ese claro que ilumina un beso y tu mirada tiembla entre mis manos
Porque cuando un beso llega hasta su puerto y las sirenas se diluyen en la arena, mis ojos de luceros se reflejan en tu rostro, que mira volar al viento, como una cigarra
Y entonces yo te amo, sí…te amo…más allá de lo indecible, en un susurro leve, que escucha tu alma!
Eileen
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