Ay! del grito de tu cuerpo que se escucha con el tacto, y los besos que nos damos entre el gesto entrecortado ...y las caricias, mi amor... a tu costado, izando tus sentidos a mi lado! Eileen Ovalle
Ella no sabía qué hacer en ese instante… del otro lado de la habitación había un silencio tenebroso y una luz incandescente parecía cegarla después de permanecer cautiva por varios días en una oscuridad profunda. Pero ella dormía cuando él entró de nuevo para amordazarla y atarla y quizás tantos días de convivencia lo habían vuelto confiado y descuidado, por lo que la dejó un instante sin ataduras. Ella estaba aterrada… pues no sabía si atreverse a huir ante el peligro de ser descubierta, o si era mejor continuar cautiva y muerta en vida, sin ninguna esperanza. Era de noche y ella estaba desnuda y afuera helaba en ese descampado bajo un invierno despiadado, que seguramente si su captor no la atrapaba, de cualquier manera, moriría allá afuera… Sin embargo, nada la helaba tanto como el miedo a lo desconocido y a encontrarse de cara con la muerte, si la descubría… No se escuchaba nada más que su respiración agitada y el golpeteo de su propia sangre corriendo por sus venas estrellándose en su pecho… Un mortal silencio embargaba todo… De pronto sintió una mano que la sujetaba fuerte y escuchó su nombre con insistencia, el horror se apoderó de ella y una lágrima ahogó aquel grito en su garganta… Despierta Marcel…despierta!! le dijo una voz calmada a su lado…has tenido una pesadilla Eileen
No queda nada de la piel desnuda, no... ni del eco de las magnolias en la tarde cayendo a desgajo con el viento... ni queda nada del susurro que a punto de estallar mojado, se escurrió en tus labios, después de amarnos tanto, mi bien... como dos sueños, despertando sobre un mismo ocaso...sí... te amo! Eileen|
Te dije acaso, que la noche tiembla y mi verdad se agita como tus manos, cuando quieren atrapar el beso que traigo amor, entre mis labios? Te lo dije, mi cielo como un ayer sin regreso? Porque después de que despunta el alba y que la rosa muere a los pies del sauce, viene el sigilo que habita en los rincones huecos de la piedra caliza que fue tallada a mano sobre un recuerdo herido que ha dejado huella Eileen
Y es que… perdido el horizonte la línea trazada se va diluyendo como la bruma al final de la tarde que no se cansa de mirar el cielo que está sereno como tus ojos de lluvia por dentro Eileen
Entre pergaminos y esta letra negra, he buscado tu huella le he preguntado a la luna en su inmortal silencio sobre tus secretos y he caminado casi desolado- hacia una sombra sin rumbo con mis manos abandonadas y las cuerdas de mi guitarra tu melodía me acompaña y a punto de susurrar tu nombre en serenata intensa… mi alma terminó llorando en ese lugar distante donde avanzo sin llegar a tus brazos Eileen