domingo, 24 de abril de 2016

Amor mío... ♡


Estamos solos
...no temas...
que nadie nos escucha.
Solo somos tú y yo...
de frente al alma
y la noche
quizás dormida.

No sé si lo notaste,
pero hoy...
no hay luna
ni sombras
y mis manos,
están un poco frías

Y es que a veces,
en la víspera de un olvido,
el amor se aviva...
y en estos ojos míos,
de profundidad y viento
vuelas como los cometas
en la brisa

Son tantas cosas
que me llevo por dentro
como los sueños
que arropé en tus brazos
y aquel susurro suave,
temblando a tu costado...

Eileen Ovalle

Amor...



De mis letras
los vientos del sur
en sílabas muertas
Esculpido está tu recuerdo
a un costado del camino
junto a la maleza
mientras mis musas
se mudan los labios
de tus efímeros silencios
y tus duendes amor
esos duendes infinitos
destrozan juramentos
por eso mi bien
-de mis letras-
las sombras de un amor
que se ha llevado el viento!

Eileen Ovalle



Somos como dos suspiros
aguardando a solas
la llega de la noche,
la caída de la luna
y silencio del alma
que se expande
se destila y se derrama
como el alma blanca
de dos enamorados
que se aman...
más allá del alba

Eileen Ovalle



SÍ…
A veces
tu ausencia se mide a versos
y a sorbos la vida,
cuando estás llorando!

Eileen Ovalle



Bajo la noche
te amparas
mi amor,
bajo los vientos...
Como los sauces
nocturnos,
en las selvas...
Como el grito
del amor,
en cada pliegue...
Y a la hora
en que mi luz
está latente...

Eileen Ovalle

Nocturno...



No puedo negarte
la luna...lo sé... 
ni un poco de lluvia
entre los labios,
ni puedo negarte el paso
del jilguero en tu ventana
o el eclipse...
de noche encantadas,
ni el arrebol que asoma
al final de una mirada...no...
no puedo negarte nada,
tan solo el alma!

Eileen Ovalle



Quizás a veces
somos como el viento
en la alborada...
o como la noche desnuda,
que gime silencios,
cuando todos duermen
y las distancias se estrechan
entre la voz y la palabra...
entre la piel y el alma,
o la melancolía...
que a veces nos mira de lejos,
de frente o sobre el hombro,
pero siempre está presente,
aguardando en las sombras
su destino.

Eileen Ovalle



Cae la bruma,
y el eco del alma
se sostiene
como dos pilares
en medio de la noche,
que parecen aguardar
el paso del insomnio,
seguido por el eco
de un fantasma 
que no duerme...
y le susurra a las horas
que se gestan
y que tiemblan
en lo oscuro
de tus ojos negros

Eileen Ovalle

Versando...



Ay del fuego que se quema a tu costado!
Por tu ingrato corazón y tu desidia,
que se incuba a la inquietud
...que hay en tu alma...
como el eco de una sombra
o como el grito que se arraiga
a la triste magnitud de la nostalgia!

Eileen Ovalle


Nada habrá que nos separe
mi amor... nada que rompa,
la dulce mansedumbre de tu alma,
la tibia intimidad de la palabra
ni el pulso de los dos, cuando se ama!

Eileen Ovalle




Ay de las enredaderas que me atrapan y de los silencios más profundos, gritándole al olvido. De las noches infinitamente eternas y tus ojos, cual vasijas rotas en lo oscuro, cuando callo, cuando tiemblo y cuando llora, la efímera ilusión de lo querido!

Eileen Ovalle





Y aquí me encuentro, en esa sinopsis del tiempo y recordando cuántos inviernos transcurrieron entre tu universo lunar y mi nostalgia dormida a los pies de la noche, como una golondrina que dejó sus alas colgando de tus ramas quebradas, en ese lugar lejano, oscuro y distante, donde hace ya tanto tiempo nos conocimos...

Eileen Ovalle




Nos hicimos fuego,
leña y brasas...
en esas noches frías
junto a nuestra hoguera
Nos tomamos de la mano
como niños
y nos vimos a los ojos
encendidos,
contando mi amor,
un montón de estrellas!

Eileen Ovalle

Mis pensamientos...



No te precipites, 
mi amor
que puedes caer 
como los otoños
al final de la tarde...
o como las aguas,
cuando la tormenta arrecia
y corre por las aceras solitarias,
hasta perderse en el olvido
del último suspiro
que guardaba el alma.

Eileen Ovalle



Él la amaba, sí...
con toda el alma,
con la fuerza de la luz
cuando está oscuro,
con la cálida emoción
de su denuedo...
con el canto de la noche
por su cuerpo...
y el prefijo de su voz
en el silencio!

Eileen Ovalle




Habían sido tantas
las palabras escritas,
las historias contadas, 
al ras del tiempo,
y la voz de la memoria...
que tiene ese sabor a invierno,
cuando gime, cuando grita
o cuando está llorando,
la tímida erosión 
de los recuerdos, 
que laten incansables,
como los suspiros al viento 
cuando no hay olvido...

Eileen Ovalle

Sentidos...



Dos noches desnudas
y un instante contigo...
La voz quebrada
y el gemir intacto
de dos enamorados,
que acunan a sorbos
el beso del alma
que se derrama
sobre la piel mojada
como el agua...
Allí...
en ese espacio tibio,
abierto y desmedido
donde caben enteros
los versos de tu cuerpo!

Eileen Ovalle



He de ser tuya
como mío es tu recuerdo,
tu sombra agazapada...
tu silencio infructuoso
y tus manos...
sujetando al tiempo
la memoria despiadada
de tu ausencia
y la caricia muerta
a la orilla de mi cuerpo,
que susurra como el viento
el canto en sufrimiento
de un amor distante,
marchito y desahuciado,
que marca el epitafio
del último minuto 
de tu historia!

Eileen Ovalle



Ella tenía
esa mirada triste,
infinita y distante...
como cuando el tiempo
parece que se ha ido...
mientras suavemente avanza
en ese caminar tan lento...
vestida de negro 
y abrazando el duelo
de su detrimento...

Eileen Ovalle

Claro de luna



Ay de la hoguera clandestina que se quema, como mi memoria adolorida, en la ciudad perdida de mi alma, que te nombra, te ahoga y se desquicia, en este grito profundo de la vida, cuando no hay olvido!

Eileen Ovalle



Transitaré
a la orilla de tus mareas,
cuando la tarde se apresure
a morir en las montañas...
y deje la estela blanquecina
de tu paso por la vida
sobre mis cielos azulados
y mis campos verdes
que germinan
como las mariposas 
en primavera!

Eileen Ovalle



No te olvides de mí...
no...ni me pospongas
como la palabra prohibida,
o como la tormenta triste
que aguarda los inviernos,
después de que el ocaso
llorara tu desidia...
y que las manos
vagaran tan vacías
por una piel que a solas
se viste de nostalgia
a la hora inusitada
en que gritan 
los lamentos
en mi alcoba!

Eileen Ovalle

A versos va la vida...



Brama mi soledad desnuda,
mientras la luna se cuaja
a un costado del alma
que deambula silenciosa,
en ese lugar secreto
y también prohibido
de tu memoria...
y el tiempo pasa
como al descuido,
allí donde se perdió
la aurora...
y los jilgueros 
alzaron su vuelo
antes de invierno..

Eileen Ovalle



Eres como el aleteo de las mariposas 
sobre la piedra... 
preludio de nostalgias 
que arremete en los silencios y se estrella 
como el viento en la inconsciencia... 
más allá de una ciudad dormida, 
a mitad de la noche.

Eileen Ovalle



A veces me llega el temor
al pensamiento,
pues como frontera
que se expande en la palabra,
el sentimiento llega
y se pronuncia...
hasta donde el valle empieza
y termina la memoria
con un poco de luz y sombra
como ese claro oscuro
de tus ojos de luna...
y que a veces
arrogantes como la noche,
deambulan por mi casa
a los pies del alba,
y soplan como el viento
en mi ventana...

Eileen Ovalle

Mi poesía...



No voy a negarlo, no...
 porque no tiene objeto, 
 ni causa, ni fundamento. 
Porque solo has sido fuego en un lugar sin leños... 
y un poco del manantial que corre a la deriva... 
en esas montañas rodeadas de maleza... 
donde nunca crece el alma. 

 Eileen Ovalle 



 Y a dónde se ha ido ese fuego de la hoguera, 
esas brasas clandestinas que brotaban de su pecho 
en lo inmenso del silencio y lo largo del destierro, 
de un amor que va muriendo como el eco de su sombra,
como el grito de su aurora y la erosión de sus existencia, 
que lentamente se apaga bajo el velo de una tarde moribunda...

 Eileen Ovalle 



 Quizás nos escondimos en las sombras, 
en el beso o en la ausencia 
de aquella palabra que jamás se dijo... 
por ese silencio tan eterno... 
tan distante y tan profundo, 
que nos fue dejando solos 
a lo largo del camino... 

 Eileen Ovalle