domingo, 24 de abril de 2016

Claro de luna



Ay de la hoguera clandestina que se quema, como mi memoria adolorida, en la ciudad perdida de mi alma, que te nombra, te ahoga y se desquicia, en este grito profundo de la vida, cuando no hay olvido!

Eileen Ovalle



Transitaré
a la orilla de tus mareas,
cuando la tarde se apresure
a morir en las montañas...
y deje la estela blanquecina
de tu paso por la vida
sobre mis cielos azulados
y mis campos verdes
que germinan
como las mariposas 
en primavera!

Eileen Ovalle



No te olvides de mí...
no...ni me pospongas
como la palabra prohibida,
o como la tormenta triste
que aguarda los inviernos,
después de que el ocaso
llorara tu desidia...
y que las manos
vagaran tan vacías
por una piel que a solas
se viste de nostalgia
a la hora inusitada
en que gritan 
los lamentos
en mi alcoba!

Eileen Ovalle

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