En el silencio
de tus ojos
he aprendido
a destejer estrellas
en esas noches
donde los manantiales
se anegan
al paso de las horas
en la marcha nocturna
de las ninfas
y los duendes,
tocando tus gaitas
aprendí a llorar tristezas
como lluvia y brisa fresca
mojándome la cara
debajo de la luna
y soñé con ser poeta
uno de esos días
en que te perdía!
Eileen
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