Eres presagio mordaz
que llega a susurrar callado,
calentándose en la hoguera
y esa noche tuya
aquí a mi lado mi bien…
con esta desnudez tan nuestra
Y es que fuimos
como los trigales…
en esos campos acaramelados
sin esperar a que los vientos
trajeran las corrientes lejanas,
conteniendo alguno de tus otoños
porque cuando el tiempo pasa
estas manos mías,
intentan desdoblar tu sombra
Eileen
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