jueves, 29 de agosto de 2013
Entre letras y bruma
Aún concurren las horas
a la inimaginable ciudad del tiempo
después de guardar tus memorias
en empaques de silencios mal heridos
esculpo la esfinge de tu sombra. . .
que me mira como inerte con sus ojos de piedra
a veces, no tengo nada que decirte
ni le oculto a la noche la verdad del olvido
y entonces, empiezo a destejar con mis dedos
los hilares que colgando de la luna, destilan
y es que por causa de nacer poeta…
me tropiezo a cada instante con tu ausencia,
y empiezo a describir su inercia.
Eileen
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