Estos sueños huérfanos
deambulan…
sobre la corteza y los mares…
en medio de tus ojos
y a solas…allá afuera
cuando tu respirar
se escucha…
cuando el mío, calla
y se despierta la ensenada
como una cigarra blanca
con el vientre al viento
la piel se eriza…
los pasos avanzan
y el camino se estrecha
hacia tu guarida
no tengo ninguna prisa, no...
por llegar al andén vacío
de aquellas estaciones tuyas
sin trenes… ni olvidos…
perdido entre la nada
porque mientras avanzo a solas
el reloj…marcó los tiempos,
de la despedida...
y sin equipaje llego hasta tu rostro
de lágrimas heridas
mientras estos sueños huérfanos
deambulan…
un poeta calla y me contempla
desde lejos, queriéndome guiar a casa…
en la ciudad del alma!
Eileen
(De mi libro "Vuelo de libélulas")
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