Ante el adagio perfecto y ceñido del alma,
las mariposas vuelan en esa estampida intensa
de los sueños, los sentidos y el silencio
que gime entre los labios, cuando el beso cae...
Y tu mano se perfila intensa en la caricia nuestra
que nos lleva al efímero murmullo de la niebla...
que intenta recubrir despacio, nuestra piel desnuda
amando una vez más...en la penumbra!
Eileen
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