Nuestro presente
sumergido en la boca
y la calidez del rostro . . .
en dulce armonía con tus ojos
manjares que saben a viento
y luna llena en mis senos
queriendo palpitar en tu pecho
y es que la noche te coquetea
como mi caminar lento hacia la alcoba,
donde los gemires de tu alma
se mezclaran con mi mirada
y sin mucho que decirnos
más que acariciar la dicha
de susurrar callados…
nos descubriremos
en ese espacio nuestro
tan tibio y tan cerrado…
donde no caben más que el sueño
de amarnos tanto!!
Eileen
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