Que locura mirarte a los ojos… y saberme olvidada Y en tus manos la sombra tan fría… de un calor que no está Aquellas heridas que ahora son dos cicatrices… Que apenas sostienen tu vida en cruel mortandad! Ay te juro! que ha sido imposible escapar de tu sombra Me sigue, como un duende que ríe en la oscuridad Y me habla, de aquellas promesas que fueron borradas y gritan como dos fantasmas en la soledad!
No hay comentarios:
Publicar un comentario