Rompimos los cristales del tiempo
y amarramos las veletas heridas
de unos brazos desnudos al olvido
no impusimos dirección alguna
a la mareas agitadas
ni a los huracanes atrevidos,
que tantas veces llegaron a tu puerto
mientras quisimos destejer
a los corales de las aguas
en aquellas islas perdidas
de donde las sirenas se han marchado
y juntamos un poco de viento en las manos
mientras se desvanecen los otoños,
en esos ojos tuyos de tardes y recuerdos
allí mi amor…donde ya no somos nadie
donde quedamos destituidos por el alma
y donde las sombras te abren paso...
para que ya no regreses!
Eileen
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