lunes, 8 de julio de 2013
Musitando
Invisiblemente manifiesta,
la trascendencia de la noche
las alas del cóndor dormido
que habita en la selva de tu pecho
y la dilatación de los suspiros
cayendo de la ausencia como lluvia
los nidos de las aves…ahora vacíos
y la altura de las sombras –inalcanzable-
porque de mis ojos se extiende el alma
y se acorta la distancia
en ese murmullo de estrellas
que alborota la oscuridad del cielo
justo antes del amanecer dorado
de tus ojos pardos, mirándome tan lento!
Eileen
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