Congojas

Yo quise correr como un fantasma vestido de blanco
por todos los pasillos de tu alma acongojada por la ausencia,
asomando mi rostro bañado de llanto a cada espacio donde el tiempo
guardó como un tesoro…tu recuerdo…!

Más sigo deambulando por la mansión de antaño…
¡donde nos quisimos tanto!
mientras te busco y no te encuentro (vida)
se escucha el grito que despierta a las palomas negras
que vuelan sin olvido hacia el pasado!

Me siento triste y camino sola…hacia aquellos jardines…
donde amor alguna vez brotaron las gardenias,
(y los crisantemos se apretaron como racimos)
bajo los cimientos húmedos de una fuente que ahora,
está seca y agrietada en la sequía de tus manos

Y mis pies descalzos pisando las hojas quebradas de otoños inciertos,
se apresuran a encontrarse con la nada que asoma a la ventana…
y me mira desde lo alto de tu casa…donde abandonada…
se puede contemplar a la luna cuando se desnuda

Y postrada en los patios viejos…pisoteados por el tiempo…
intento recoger entre mis manos tibias…(tu paso anhelado)
…que ha dejado una huella desteñida en azulejos rotos…
y que ni los vientos lograron arrancar del lodo!

Entonces…mi alma se acurruca en los rincones dorados
…donde la hojarasca seca quiso hacer su nido…
y encuentra un pequeño espacio tibio,
donde también el tiempo encontró cobijo,
después de haber sido mal herido!

Y durmiendo como un ángel con sus alas quebrantadas
…y con las manos apretadas a mi pecho…
Intento acallar estos latidos necios,
(que insisten en decir tu nombre)
en los viejos campanarios de tus sueños!

Eileen