Después de todo--- la faringe de la noche gritaba
y se abrían los abismos infinitos de la nada
en esos ojos negros de perlas recortadas
bajo tus pestañas afiladas de nostalgias…
El viento en su bramar salvaje te llamaba
ay del nombre tuyo que arremete en mi locura,
y me aniquila cuando lloran los inviernos
y de mis pupilas sangra vida!
Y es que este amanecer que corta mis entrañas
y se escapa de mi vientre la sábila dorada de tu ausencia,
parece repetirse en la alborada y en las calles
que llevan tan de prisa hacia el olvido, donde habitas
Y regresas cada noche en el sigilo de la luna
y me susurras al oído en esta alcoba…
mientras tu fantasma se me escurre entre las sábanas
y se apega a mi costado con sus manos preñadas de tristezas
y me toca desde el pecho hasta mi alma…
Esa...que grita una vez más en la batalla
de escapar con vida de tu olvido y mi memoria
que luchan con las manos y los labios…
en la fiera intimidad de tu recuerdo!!
Eileen
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