Hablar del paso de tu huella se ha vuelto una costumbre que me hiere…y sin embargo, no logro acomodarme en este olvido, que le ha dado un tono diferente a mis pupilas, cuando la noche que parpadea en estos ojos míos, que retienen una estrella.
Y es que todo sabe diferente en la mañana, cuando mi paladar respira la vida que te nombra y la profundidad de mis sentidos te ignora como si el torrente de mis venas no sangrara, ante la pérdida de tus caricias, adheridas a mis poros.
Eileen
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