Y en medio de todo
esas noches que parecen de escarcha
y los labios, quebrándose en el olvido
un hora que se detiene, en los portales
y el rugir del viento, mencionándote de nuevo
como si no supiera que tu nombre cala
rompe y envenena
la furia del amor, perdiendo fuerza
y una lágrima que se congestiona en unos ojos
de miradas inquietantemente solitaria
y de un negro profundo como el duelo
y es que a veces amanece donde nunca duermen
...y otras tantas anochece en mi silencio...
que hoy se desespera casi imperceptible
por la fuerza de tu voz en eco
y lloraron las magnolias, que marchitas
caen de su cimiento...
entre hierba y hojarasca seca
anunciando los otoños
voy a dejar que el viento calle, sí...
o tal vez no le haga caso
cuando quiera susurrar sentidos
en mi piel de poros moribundos!
Eileen
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