martes, 13 de mayo de 2014

Sin preludios


Sin ningún preludio, apareciste como un ocaso tibio en medio de la tarde, de ocre y hojas sueltas, a la llegada del invierno y tupiste con tus cantos, mis campos anegados de susurros, cuando pasa el viento y alborota con su soplo el arrullo de mis faldas y casi pone al descubierto estos muslos donde escala tu mirada y me sonrojas...sí... como un breve murmullo a mi oído, de uno solo de tus dulces versos.

Eileen

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