A veces las caricias se inundan
con el tacto de mi piel morena,
que se estrecha, mi bien
entre tus brazos.
Y que hay privilegios
que se arropan en tu rostro,
como tus lunares negros
bajando hacia mi ombligo
en esas ensenadas
de tus campos verdes,
donde has visto a las cigarras
bebiéndose el rocío.
Eileen
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